martes, 10 de marzo de 2009

Gerardo Morales







SI, un viaje largo y bastante complicado, que sin embargo sucede en cuestión de segundos. Y cuando nuestro programa favorito comienza, acudimos simultáneamente a la emisión “al aire” en el momento en el que encendemos nuestro receptor. Las ondas hertzianas (llamadas así en honor a su descubridor) se propagan en el aire a la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo). Pero hay todo un proceso antes de que la señal se transforme en “ondas”.
La transmisión de las ondas depende de la frecuencia asignada a cada estación. Los canales de separación entre frecuencias en A.M. es de 30 kilohertz, mientras en F.M. esta separación es de 800 kilohertz.
También hay diferencias de transmisión entre las bandas de A.M. y F.M. En el primer caso, las ondas electromagnéticas viajan siguiendo el control de la tierra; es decir, pueden “librar” obstáculos como las montañas. Y aunque sí hay relación entre la potencia -los kilowatts- y la frecuencia -kilohertz en A.M. y megahertz en F.M.- la transmisión de ia señal depende sobre todo de las condiciones topográficas del lugar donde se encuentra la estación. Un dato curioso es que de noche por las condiciones atmosféricas, las ondas electromagnéticas de la banda de A.M. viajan a mayores distancias, y puede captarse su señal en lugares no previstos.
Las ondas electromagnéticas de la banda de F.M. que va de 88 a 108 megahertz, con una separación de canales mayor que en A.M. -por eso hay menos estaciones en F.M.- no tienen la capacidad de librar estos obstáculos naturales. Aunque la recepción de la señal es más nítida, y menos susceptible a “ensuciarse” con ruidos industriales o atmosféricos. En F.M. son muy pocas las estaciones que incluyen programas en su formato. Alrededor de siete personas están al pendiente de que la señal salga “al aire” y pueda ser captada claramente por los radioescuchas; hablando sólo de la emisión de la señal.
El número de personas que interviene en este asunto varía en cada caso. Pero hay que considerar los espacios donde se mueven estos personajes: La antena real (ubicada generalmente en la periferia de la ciudad), la antena privada, que envía la señal a la real, y las cabinas o estudios.